noviembre 14, 2011

La dichosa bata blanca


Noviembre de 2007 fue cuando me tocó vivir la "Ceremonia de imposición de bata blanca" en la UP. Por aquél entonces la idea no me fascinó e incluso llegué a considerarla como una chaqueta mental. 


Verán, por nacer en una familia de médicos había tenido contacto constante con las batas mucho tiempo antes de empezar la carrera. Siempre había una disponible de disfraz de último minuto en las fiestas de Halloween de la primaria, y cuando finalmente tuve que comprar las mías simplemente las veía como ropa de utilería para los laboratorios y el anfiteatro, sin más misticismo que un lápiz.

Luego llegó la ceremonia de 2011, en la que tuve oportunidad de ser padrino de bata de uno de los estudiantes. Mi visión dio un giro de 180 grados y tuve que tragar mis palabras porque finalmente entendí de qué demonios se trataba el asunto. 

Lo más importante de fue darme cuenta que poderse vestir de blanco en la UP cuesta un huevo muchísimo trabajo. A diferencia de otras escuelas y facultades de medicina nosotros nos tuvimos que ganar ése derecho, sobreviviendo en un lugar con fama de deshacerse del 50% de los alumnos de cada generación. 

Otra cosa interesante fue ver que la estructura del evento ha cambiado bastante, y para bien. Ya no sólo es llegar, ponerte una bata y salir. Ahora tenemos una conferencia magistral por un verdadero maestro de la medicina (El Dr. Fernández del Castillo y este año la Dra. Villa) y las batas son entregadas por "padrinos de bata", idealmente alguien a quien veas como tutor/mentor/amigo, para finalmente recitar el juramento Hipocrático. 

Suena como largo y tedioso, pero se logra generar un espíritu de comunidad a través de simbolismos y dar una gran bienvenida al gremio a estos jóvenes para que en un futuro sean capaces de curar (por lo menos pulque).

PD Si quieren profundizar más sobre el significado de la bata y otros símbolos de la medicina chequen este número de JAMA.

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