noviembre 15, 2011

Reflexiones en el día mundial de la diabetes

Por Jorge Arizmendi

La Diabetes Mellitus… hoy en día a ninguno de nosotros nos son ajenas estas palabras, pues la mayoría tenemos familiares, conocidos o pacientes (en caso de los médicos) con esta enfermedad.

Aunque no se trate de una enfermedad infecciosa, actualmente podemos hablar acerca de una PANDEMIA de Diabetes, pues es una de las enfermedades crónico-degenerativas más frecuentes a nivel mundial y una de las principales causas de morbi-mortalidad en adultos y adultos mayores… hablar de más estadísticas sobre el impacto de la Diabetes Mellitus sería hacer un largo y tedioso escrito, por lo que me enfocaré sobre repercusiones más tangibles a nivel personal.

Es importante mencionar que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2006 de cada 100 personas que padecen la enfermedad tan sólo 5 se encuentran bien controladas. Esto nos habla de todo una serie de problemas, que van desde un conflicto emocional a nivel personal, hasta una mala estructura sanitaria a nivel gubernamental.

Para una persona, el que le digan que tiene Diabetes, es sinónimo de una sentencia de muerte, de una condena a pasar sus siguientes años con deterioro de su salud y calidad de vida. Significa estar atado a una serie de dietas desagradables, sin poder disfrutar de alimentos con buen sabor. De aquí que mucha gente tenga la idea que el tomar medicamentos para la diabetes sea sinónimo de aceptar una “cuenta regresiva hacia la muerte”, por lo tanto no siguen las instrucciones del médico o tan siquiera algún tratamiento, lo cual paradójicamente los acerca más a tener un final drástico.

Por otra parte, para la gente que no tiene seguridad social es muy difícil costear el ptrcio medicamentos que van a estar tomando todos los días por el resto de sus vidas, los cuales irán aumentando en dosis y frecuencia de las tomas.

Sin embargo, no todo es tragedia. El tener una enfermedad metabólica tiene varias implicaciones, que no necesariamente tienen que ser negativas. Es cierto que las personas con diabetes tienen que ajustar sus regímenes alimenticios, pero no por eso la comida tiene que ser desagradable. Al contrario, la creatividad característica del mexicano puede hacer de una comida un juego de colores, olores y sabores que puedan hacernos descubrir nuevas formas y estilo de comida, que puedan agradarnos incluso aún más que los alimentos que rutinariamente comemos.

Por otra parte, otro de los pilares del tratamiento contra la diabetes es el EJERCICIO. La mayoría de las personas en nuestro país es sedentaria, o sea, no realiza ningún tipo de actividad física. Excusas hay muchas; falta de tiempo por el trabajo, el no tener un lugar donde poder practicar algún deporte, flojera, etc. Pero la gente desconoce muchas de las bondades del ejercicio, incluyendo los beneficios en la diabetes, ayudando inclusive a requerir menores dosis de medicamentos para poder controlar los niveles de glucosa. Eso sin tomar en cuenta el gran bienestar que se siente al realizar ejercicio, el poder convivir con otras personas, el desarrollar más fuerza y tono muscular, entre otros.

El tema de la Diabetes Mellitus es vastísimo y se pueden sacar muchas más líneas de reflexión. Para concluir me gustaría reiterar que el padecer Diabetes Mellitus no es lo mismo que vivir una tragedia. Es más bien una oportunidad para encontrar estilos de vida más saludables que nos beneficien, no sólo en cuanto a tratar la enfermedad o evitar complicaciones, sino en nuestra salud en general, tanto física como psicológica, emocional y espiritual.

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