abril 22, 2010

Reflexiones Respecto a La Salud Sexual y Reproductiva


El día 21 de abril, las autoridades de la escuela de medicina de la Universidad Panamericana otorgaron el certificado como instructor del método de la ovulación Billings a 24 alumnos de octavo semestre de la carrera de medicina. Dicho reconocimiento se concedió a quienes obtuvieron una calificación mayor a 8.5 en el examen de certificación del mismo. Lo anterior necesariamente debe invitarnos a reflexionar respecto a las medidas existentes en materia de salud sexual y reproductiva dentro de nuestro país.

Actualmente es difícil promover la enseñanza de métodos naturales para el reconocimiento de la fertilidad. La existencia de múltiples intereses económicos y la actual estructura del pensamiento del mundo occidental dificultan aun más esta tarea. Las grandes empresas farmacéuticas manejan importantes sumas monetarias en torno a la venta de anticonceptivos sintéticos, viéndose favorecida la compra de los mismos dada su muy aceptable eficacia y la facilidad en su uso.

Aceptémoslo, en términos de comodidad, es mucho más práctica la ingesta diaria de una pastilla anticonceptiva o el uso adecuado de un anticonceptivo de barrera, como el condón; al aprendizaje de una metodología que requiere de observaciones diarias y aplicación de reglas. Ahora bien, que repercusiones conlleva la sentencia anterior. La salud sexual y reproductiva implica verdaderamente una problemática compleja a la que hoy en día nos enfrentamos como individuos y como médicos en formación.

En primera instancia, y a sabiendas de que no todos concuerdan con mi pensamiento, la elección de lo sencillo no fomenta en sí la voluntad intrínseca del hombre por un bien arduo o duradero. De ello que el uso de métodos anticonceptivos sintéticos, indirectamente, tampoco fomente el interés real por otra persona. El uso de estos métodos busca el bienestar personal antes del colectivo. Por el contrario, el conocimiento y correcto uso de métodos naturales, en especial el método Billings requiere del esfuerzo de la mujer y el hombre en búsqueda de un bien mutuo.

¿Por qué resultan relevantes los anteriores enunciados? ¿Es acaso intrínsecamente bueno o malo el uso de uno u otro método? En realidad no. La trascendencia de los argumentos previos radica en el panorama que muestran. La tendencia a buscar el bien personal antes del colectivo habla de una pobre visión en materia de salud preventiva. Desde esta perspectiva, es fácil comprender por qué la salud sexual y reproductiva del país es pobre, al igual que muchos otros aspectos del campo de la salud en México.

En tanto no se fomente un interés integro por la persona, será difícil comprender las necesidades de quienes se encuentran a un costado nuestro. Por ello, agradezco el interés de la Universidad en fomentar la práctica de métodos que favorezcan una aproximación humana a la sexualidad y a la reproducción, asumiendo sus consecuencias y sus respectivas responsabilidades. De nueva cuenta, es labor nuestra fomentar cambios que favorezcan no sólo la salud de nuestro medio, sino también una adecuada convivencia social a pesar de las adversidades que la misma sociedad nos presenta.

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