octubre 09, 2011

Un sábado muy dulce

Eran las cinco de la mañana del Sábado y ya todo estaba listo para recibir a la horda de pacientes que iban a participar en la "Caminata del paciente diabético" de este año, un evento en el cual los pacientes se someten a una revisión médica, reciben tips para llevar un estilo de vida saludable y, sobre todo, se les intenta concientizar sobre la importancia de mantener sus enfermedades bajo control.

¡Y vaya que necesitamos enseñarle a la gente que hay que mantener la glucosa y la presión a raya! Es realmente triste y hasta cierto punto deprimente cuando te das cuenta que las únicas personas que no llegaban con niveles de glucosa altos eran los hipertensos, que llegaban con la presión por los cielos. Razones y excusas hubieron muchas:
"El médico que me diagnosticó me dijo que no necesitaba tomar medicamentos"
"Es que me estoy tomando unas yerbitas bien buenas que me recomendó mi comadre"
"Pues es que no siento nada"
"El doctor que me está viendo en el Seguro no me ha mandado a ver al doctor de los ojos" 
"Pues se me olvida tomarlo doctor"
Lo que queda claro es que ni siquiera la gente interesada en su enfermedad (que se supone son todos los que asisten a la caminata) está bien controlada, ya sea porque no toman sus medicamentos o porque se topan con algún médico mediocre, desmotivado y poco actualizado al que lo único que le interesa es sacar la consulta del día para correr a sus otros tres trabajos, porque con lo que le pagan no le alcanza para vivir.

¿Qué podemos hacer nosotros? Empezar por explicarle a los pacientes qué demonios significa ser diabético/hipertenso, por qué aunque no sienta nada se lo va a cargar la #%&@ si no toma sus medicamentos y dar recomendaciones reales sobre estilos de vida saludable (no sólo "coma bien y haga ejercicio madre").

También tenemos que tomar en cuenta que los médicos somos parte del problema. Pero seamos honestos, ¿a quién le da tiempo de hacer historias clínicas y exploraciones físicas detalladas cuando tienes una sala de espera hasta el tope, al hospital le importa más la papelería que la calidad, te pagan tres pesos y además te tratan mal?

Si queremos arreglar esto vamos a necesitar un esfuerzo del tamaño del mundo e involucrar a todo el sistema nacional de salud, ONGs, universidades y particulares. Necesitamos pacientes mejor educados, médicos motivados y sobre todo darle un giro de 180 grados a la forma en que enfrentamos el problema.

¿Tienen algún otro plan, recomendación, reflexión o comentario? 

PD A los organizadores de la Caminata: Mantener bien hidratados y alimentados a los voluntarios no sólo es de buena educación, ayuda a que la gente trabaje con mejor humor y de forma más eficiente.

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