octubre 02, 2011

Casos Memorables


Esta semana que pasó tuve al fin urgencias de trauma. 

La primera fue una señora que me pidió otra consulta de domicilio para una señora de 82 años que ella cuidaba a veces y que es su vecina. Me dijo que la había encontrado tirada hace 8 días y que si la podía ir a ver para darle una constancia de incapacidad para que pudieran cobrar su apoyo de 70 y más en su nombre. La señora no tiene hijos y los nietos de su esposo a veces la cuidan, pero nadie se ha aparecido en muchos meses cerca de ahí. 

Le dije nuevamente que con mucho gusto subía después de la consulta y la señora regresó por mí a las 3:30 pm. Yo salí un poco preocupada porque el pronóstico para un paciente geriátrico que se cae y es encontrado mucho tiempo después es muy malo. 
Nos fuimos en mi coche y cuando llegué a la casa a ver a la señora me encontré con una viejita sentada en una silla en la sombra que solamente hablaba Mazahua y que tenía dos bastones cerca de ella. Le revisé la pierna y me asusté al encontrar una úlcera que abarcaba casi toda la pierna izquierda (quiero mencionar que anatómicamente la pierna es de la rodilla para abajo). Tenía todo alrededor eritematoso y edematizado a tensión, muy doloroso a la palpación y pensé que estaba haciendo un síndrome compartamental. No podía revisarla bien por el dolor que le causaba tocar la piel, pero no sentí crepitación ni veía datos de fractura. Me dijeron que tenía antecedente de fractura de cadera y que le dolía mucho la cadera al caminar. Temí una fractura de fémur y le dije que la íbamos a bajar al hospital para que la revisaran y sobre todo, le tomaran una placa. 

He aquí la impotencia y la frustración de estos casos y de otro que narraré después: es insoportable no poder hacer o curar porque no tienes los recursos. No es que no lo sepa hacer, es que no tengo visión de rayos X para saber a ciertas si tuvo una fractura o fisura o no, y no tengo nada para liberar el síndrome compartamental. En fin, la íbamos a bajar en mi camioneta pero no se podía subir porque estaba muy alta y le dolía. Así que llamé a Nubia y le pedí que me ayudara. 

Bajamos a la paciente y a la vecina al hospital y ahí la entregamos en la zona de triage. La presenté y me dijeron que ahí no había rayos X y que necesitaban a los familiares. Les dije que no había familiares y que estaba su vecina. Se quedaron con ella y yo me fui con Nubia a estudiar al Uruguayo. Cuando iba saliendo la enfermera me preguntó de dónde era, le dije que de Santiago Oxtempan Pueblo y me dijo que leyera y estudiara más preeclampsia porque les saturaba el servicio con mis pacientes. Le dije que si la hoja semáforo decía que las refería por proteinuria +, las iba a referir y ni modo. Nadamás faltaba, que ellos no sepan que a fuerza hay que descartar preeclampsia y tenerlas en observación... En fin. 

Al día siguiente acudió conmigo para que le diera la constancia y le pregunté qué le habían dicho. Me dijo que le dieron “una medicina” y que sí le tomaron las radiografías. Y que el médico de urgencias le dijo que por qué no la había tratado yo y eso me molestó mucho. No la traté porque si hay un hospital cerca y tienen la capacidad de trasladarla en ambulancia a Atlacomulco o para canalizarla y tomarle unas placas, mejor que vaya al hospital. En fin, lo único importante es que la paciente esté bien. 

El siguiente caso fue el viernes, me supervisaron mientras veía crónicos y de repente salí a la farmacia y me dijo Susi que teníamos una urgencia. Pensé que era algo de la Supervisión pero no, era una niña de 10 años que se cayó en el patio mientras estaba en clase de educación física. 

Entré a la sala de curaciones que tiene una camilla de expulsión y el autoclave y que se usa principalmente para la toma de citologías cervicales y vi una laceración como de 10 cm de longitud justo por arriba de la patella izquierda. Tenía bordes limpios, regulares y no era muy profunda, había tejido subcutáneo asomándose por la herida pero nadamás. Se me iluminó el día:  Había que suturar. 

Pedí equipo de sutura, pregunté si había lidocaína y Nylon, resultó que sí tenía, así que fui a darle los medicamentos a mis pacientes de la última consulta, me cambié la bata y fui a suturar. Le di a la niña un diclofenaco porque estaba bastante pesada y ya tenía peso de adulto, le di una paleta y un refresco para que se tomara la medicina y le dejara de doler. Le expliqué y la infiltré. 

Suturé como en viejos tiempos, lo único molesto es que mis tijeras no servían y no tenía campos estériles, entonces me tardé un poco más tratando de no contaminar el hilo. Terminé, hice la hoja de lesión, hice la nota y la di de alta ya calmada. 

Seguí con mi consulta y a la media hora me gritan otra vez que tenía otra urgencia. Me asomé y vi a una niña con la mano sangrando y pensé que era una herida también. Me acerqué y vi que el dedo estaba amputado parcialmente, se caía y estaba sostenido solamente por la piel inferior del pulgar. Pedí que llamaran a la mamá y que se esperaran las maestras con ella. Limpié la herida y no podía ver tendones o hueso pero la herida era demasiado profunda. La habían machucado con la puerta del salón. Le puse un abatelenguas cortado, acomodé el dedo para que empezara a pegar, le hice un vendaje con gasas húmedas para que no se pegaran , le di analgésico y la referí al hospital de Atlacomulco para que la valorara un TyO o un cirujano y descartaran una fractura. 

Nuevamente sentí mucha impotencia porque si hubiera tenido la radiografía como en la cruz roja y descartaba fractura, como no se apreciaba lesión de tendones ni afectación nerviosa o de vasos, la hubiera podido suturar yo. Pero preferí referirla. A pesar de eso, me quedó un pequeño nosequé por haberla referido. Me quedó claro que a veces sé más que los del hospital y que les da igual. Me da un poco de tristeza pensar que, si en la Cruz Roja de Polanco bateaban pacientes sin referirlos a otro lado, qué puedo esperar del Hospital Municipal y del Hospital General de Atlacomulco y me da coraje saber que piensan que refiero pacientes porque no quiero trabajar y no porque es lo que tiene que ser. Espero en verdad que la hayan ayudado.  

Esos fueron los casos memorables de esta semana.

by cLau

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