Hasta el taquero se la sabe: la diabetes mellitus es tener niveles de glucosa altos en sangre. Hasta ahí todo suena muy sencillo, ¿no? Pues resulta que no lo es.
La diabetes mellitus es la gran epidemia del siglo XXI, sus complicaciones se encuentran entre las primeras causas de muerte a nivel mundial y el panorama a futuro no pinta bien: con las tasas actuales de obesidad y sobrepeso se espera que para el 2030 hayan más de 300 millones de diabéticos a nivel mundial, lo que garantiza una situación crítica hasta en los mejores sistemas de salud a nivel mundial, y llevarse a la tumba al deficiente sistema de salud mexicano si no hacemos algo pronto.
Sin duda las cosas se ven (y están) negras, y a menos que queramos vivir en un mundo en el cual los terrones de azúcar sean considerados como armamento terrorista tenemos que empezar a movernos para cambiar las cosas.
Se ha invertido mucho en investigación para encontrar la forma de curar o controlar la diabetes en forma efectiva, pero sin duda alguna la prevención continúa siendo la mejor arma dentro de nuestro arsenal para evitar más ciegos, insuficientes renales y muertos.
¿Como estudiantes, internos y médicos en general qué podemos hacer? Aprender, difundir y aplicar todos nuestros conocimientos sobre prevención dela diabetes, entre los que están:
- Mantener un peso corporal ideal
- Consumir una dieta balanceada: frutas, verduras, evitar frituras y alimentos con mucha azúcar (Un gansito más una coca-cola es la mejor mezcla diabetogénica que existe).
- Hacer ejercicio! Las recomendaciones varían pero se recomienda que por lo menos sean 30 minutos de tres a cinco días a la semana, y es mucho mejor cuando es aeróbico (correr, brincar, bailar, etc.).
Con el paso de la semana escribiremos un poco más sobre prevención y tratamiento de la diabetes mellitus, y las diferencias entre la tipo 1 y la tipo 2. Sigan al pendiente.
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