enero 26, 2011

Da Vinci: De Robots y El Renacimiento de la Cirugía.



Claudia Arroyo MIP2

Esta semana me inscribí a un congreso de cirugía robótica que había en el hospital. 
Estuvo increíble. Yo pensé que todos iban a ser cirujanos y me encontré con que la mayoría, si no es que todos, eran ingenieros que iban a ver lo que se hace en medicina actualmente para mejorarlo. 

Nos enseñaron los simuladores de endoscopia, de cirugía endovascular, de laparoscopía (en Nutrición tienen uno de estos que tiene un entrenamiento donde tienes que ponchar globos con el endoscopio.) También nos enseñaron un simulador con un maniquín que es como un paciente real. En Nutrición también tienen uno de estos, es donde aprendemos y hacemos la certificación del ACLS, sólo que el de aquí es un poco más sofisticado. Puede simular escenario clínicos, tiene pulsos, llora, respira, se vuelve cianótico, tiene ruidos cardiacos y respiratorios, peristalsis, tiene reflejos pupilares, registra todo lo que le haces, no puedo terminar de enlistar todo lo que puede hacer. Es chistoso porque nos explicaba la responsable que ahí llevan hasta a los estudiantes para que aprendan a controlar el estrés de estar ante un paciente de verdad, sus familiares, y escenarios clínicos que nos pueden alterar. 

En la simulación de laparoscopia nos pusieron a hacer varios ejercicios. Tuvimos que suturar un penrose, que es bastante difícil. Hacer los nudos con esos instrumentos es difícil. Lo que sí es que los portas laparoscópicos están muy cómodos. También teníamos que cortar un círculo, sacar unas piezas de plástico de unos tubitos verticales y ponerlos del otro lado. Había otro módulo con este mismo ejercicio, pero rotaban la caja donde estaban las piezas de plástico, aunque la cámara se quedaba fija, así que cada vez que rotaban, cambiaba el ángulo y había que reorientarse. Estuvo divertido. 

Me di cuenta de que, a pesar de que casi todos eran ingenieros y supuestamente son más hábiles en coordinación mano ojo, no tenían ni idea de cómo suturar y no lo podían hacer bien. Además, la gente más grande, a pesar de su profesión, tenía problemas con los controles.  Había una señora en mi equipo que dijo que el control del endoscopio era “contra intuitivo”, que no era lógica la manera en la que se movía el aparato. 

Y finalmente, el clímax de la mañana. Nos enseñaron ELl robot, STATE OF THE ART ROBOTIC SURGERY: el Da Vinci. :D Para aquellos que no sepan, es un robot para hacer cirugía que da mucho mejor manejo que los instrumentos de laparoscopía porque las articulaciones imitan los movimientos de la mano y el brazo y es demasiado preciso, además, el software corrige el movimiento del cirujano si hay temblor o algo. Está increíble, increíble. Hay muy pocos en el mundo y los cirujanos del mundo hacen fila para probarlo. 

Quiero aclarar un punto aquí, decir “cirugía robótica” actualmente no quiere decir que el robot va a operar. Quiere decir que el cirujano va a usar el robot para realizar la cirugía. Lo utiliza como un instrumento pera tener mayor precisión, pero el robot no “piensa” la cirugía.

No puedo terminar de transmitirles la emoción de poder usarlo. Hicimos unos ejercicios donde había que tomar aros y ponerlos en otro lado, suturar en una esponja cambiando la mano que se usa y los puntos donde había que introducir la aguja. Después de los instrumentos de laparoscopia, los brazos del Da Vinci no mostraban resistencia. Además, no sólo seguía los movimientos de mis dedos, permitía la movilidad de toda mi muñeca y hasta algo del brazo. Era muy fácil de mover y muy cómodo, los controles muy ergonómicos. 

Nadie estaba tan emocionado por usarlo más que un gastro Japonés que aparentemente ha entrenado tres años en simulación laparoscópica, así que yo tuve más oportunidad de jugar y practicar.  

Se dice mucho que los que crecimos jugando videojuegos tenemos más facilidad para hacer estas cosas y una mucho mejor coordinación mano - ojo, así como mayor facilidad para trabajar en dos dimensiones en lugar de 3 (con la cámara se pierde la profundidad). La verdad es que no sé. A mí no me costó tanto trabajo coordinar con la cámara, lo que me costaba trabajo eran los movimientos - nuevos para mí - con los instrumentos que nunca había usado. Sin embargo, después de unos minutos viendo cómo funcionaban, mejoré muchísimo, al grado que pude suturar a la primera mi penrose y cuadrar mis nudos. 

Fue una gran experiencia que no hubiera podido tener en otro lado.

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